Un estudio reciente ha demostrado que existe una forma particular de pensar que hace que la gente sea vulnerable a la depresión, y que incluso pueda llegar a contagiar estos pensamientos negativos a las personas de su alrededor, llegando incluso a la depresión en un transcurso de 6 meses.
Se demostró que las personas que tienen un sentimiento de culpa, responden negativamente a situaciones que los pongan al límite y las interpreta como «sin solución» son más vulnerables a tener una depresión.
La hipótesis de los especialistas del estudio habla de que esta vulnerabilidad puede ser contagiosa a lo largo de la vida, en especial cuando el ambiente social de nuestro alrededor cambia.
Para corroborarlo escogieron a 103 alumnos que comenzaban su primer año de universidad.
Un mes después de estar en el campus respondieron a un test para medir su vulnerabilidad y sus síntomas de depresión, lo volvieron a realizar 3 y 6 meses después.
Los resultados indican que las personas que son emparejadas con un compañero de habitación aleatorio son más vulnerables y tienen más facilidades para contagiarse de los pensamientos de su compañero de cuarto.
Quienes tenían un compañero casi sin signos de depresión y sin vulnerabilidad cuando volvieron a realizar el test, apenas mostraban signos de debilidad o depresión.
Un estudio reciente ha demostrado que existe una forma particular de pensar que hace que la gente sea vulnerable a la depresión, y que incluso pueda llegar a contagiar estos pensamientos negativos a las personas de su alrededor, llegando incluso a la depresión en un transcurso de 6 meses.Te recomendamos Literas y camas para niños
Se demostró que las personas que tienen un sentimiento de culpa, responden negativamente a situaciones que los pongan al límite y las interpreta como «sin solución» son más vulnerables a tener una depresión.
La hipótesis de los especialistas del estudio habla de que esta vulnerabilidad puede ser contagiosa a lo largo de la vida, en especial cuando el ambiente social de nuestro alrededor cambia.
Para corroborarlo escogieron a 103 alumnos que comenzaban su primer año de universidad.
Un mes después de estar en el campus respondieron a un test para medir su vulnerabilidad y sus síntomas de depresión, lo volvieron a realizar 3 y 6 meses después.
Los resultados indican que las personas que son emparejadas con un compañero de habitación aleatorio son más vulnerables y tienen más facilidades para contagiarse de los pensamientos de su compañero de cuarto.
Quienes tenían un compañero casi sin signos de depresión y sin vulnerabilidad cuando volvieron a realizar el test, apenas mostraban signos de debilidad o depresión.
La depresión sí se contagia
Un estudio reciente ha demostrado que existe una forma particular de pensar que hace que la gente sea vulnerable a la depresión, y que incluso pueda llegar a
meganicho
es
2025-01-30


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