De México a Uman: la promesa del Rabí Najman de Bréslev atrae un año más a judíos de medio mundo

Decenas de miles de judíos de todo el mundo han viajado a la ciudad ucraniana de Uman para pasar Rosh Hashaná junto a la tumba del rabino Najman de Bréslev, a pesar de las grandes dificultades del viaje por la guerra. El trayecto, que antes era un simple vuelo a Kiev, ahora puede durar varios días e incluir múltiples escalas y largos tramos por carretera. Además, la peregrinación supone un gran esfuerzo económico, con precios muy elevados por el alojamiento.
Los peregrinos, en su mayoría hombres, realizan este viaje movidos por la creencia de que el alma del rabino Najman tiene la habilidad única de interceder directamente ante Dios para obtener un juicio favorable para el año nuevo. Para sus seguidores, el rabino es como un abogado con acceso directo al juez celestial y también una guía que enseña que la desesperanza no existe, pues en cada momento de oscuridad hay una luz que buscar. A Uman acuden personas de todo origen y condición, desde expresidiarios hasta intelectuales, en busca de claridad y alivio espiritual.