La visión de Netanyahu de convertir Israel en una "super-Esparta" anticipa un futuro de aislamiento por el genocidio
Horas antes de lanzar su ofensiva terrestre sobre Ciudad de Gaza, Benjamín Netanyahu instó a Israel a convertirse en una "super-Esparta" de Oriente Medio, preparando al país para un futuro de creciente aislamiento económico con una sociedad militarizada y autarquía parcial. Este escenario genera rechazo entre los israelíes, cada vez más inquietos por el camino que lleva a Israel a ser considerado una nación paria. Un informe de la ONU concluyó que Israel está cometiendo un genocidio en Gaza. La Comisión Europea propuso imponer aranceles a productos israelíes y suspender apoyo bilateral, mientras más países se comprometen a reconocer el Estado de Palestina.
Tras el discurso de Netanyahu, la bolsa israelí cayó y el shekel se debilitó. Críticos dentro de Israel, como el columnista Ben Caspit, señalaron que Esparta fue aniquilada. El líder sindical Arnon Bar-David dijo "No quiero ser Esparta". Un grupo de economistas cifró en miles de millones las pérdidas autoinfligidas. Netanyahu culpó del aislamiento a un "asedio" organizado por China y Qatar, y advirtió que gobiernos de Europa occidental son presionados por minorías islamistas, una afirmación que refleja teorías de la extrema derecha.
Para sus críticos, esta retórica es el clásico rechazo de Netanyahu a asumir responsabilidad. El comentarista Sever Plocker escribió que sus políticas llevan a Israel a un aislamiento trágico. El parlamentario Yair Golan sospecha que Netanyahu mantiene la guerra para evitar elecciones y la cárcel, usando el conflicto como excusa para no acudir a su juicio por corrupción. Pese a las críticas, Netanyahu se mantiene en el poder con el apoyo de Washington y el ascenso de electorados ultraortodoxos y de extrema derecha, que ven el asedio como un paso hacia un 'Gran Israel'. El comentarista Amihai Attali argumentó que los israelíes deben aceptar que están en una guerra religiosa a muerte donde las dificultades económicas son un precio necesario.